30 octubre 2007

PALABRA DE HOY

PROPÓLEO

Los griegos llamaban própolis a las puertas de una ciudad, voz formada por el prefijo pro- y polis (ciudad). Más tarde, Plinio empleó esta palabra en latín para dar nombre a la cera –extraída de las yemas de los árboles– con la que las abejas recubren la entrada de sus colmenas a fin de protegerlas contra hongos y bacterias.

Las propiedades antibióticas y fungicidas de esta sustancia, que en nuestra lengua se llama propóleo, eran conocidas desde la más remota antigüedad por los sacerdotes egipcios, por los médicos griegos y romanos así como por algunas culturas sudamericanas.

Ciertamente, propóleo está vinculada a través de polis con muchas otras palabras de nuestra lengua, tales como político (relativo a la ciudad), metrópolis (ciudad madre) y policlínica (establecimiento de salud pública para la atención de una ciudad).

Cabe añadir que polis proviene del sánscrito pur (ciudad fortificada), que se encuentra en el nombre de Singapur (ciudad de los leones).

Fuente: Organización Castellana.

29 octubre 2007

PALABRA DE HOY

VENIR

El verbo latino venire (venio, -is) equivale al español venir, pero los autores clásicos le habían dado una amplia gama de significados, tales como ‘avanzar’, ‘atacar’, ‘nacer’ (el sol o un astro), ‘resultar’ (en el sentido de ‘ser producto de una operación aritmética’). Virgilio decía aquila veniente para significar ‘cuando el águila cae (sobre las palomas)’ y Cicerón usaba venire contra alienum con el sentido de ‘entablar un juicio a un extranjero’. El supino de venio es ventum, de donde procede ventus, -i (viento) y también ventura y aventura.

El sentido de ‘llegar’ lo obtenían los latinos con el prefijo ad-, formando el verbo advenire (advenio, -is), a partir cuya forma supina adventum se derivaron palabras castellanas como adviento y advenimiento.

Con el prefijo prae- se formó praevenire, con el sentido de ‘preparar’, ‘avisar’ o ‘advertir’, o sea, prevenir; y con el prefijo con-, el verbo convenire, con el sentido de ‘ir juntos a un lugar’ o ‘ir todos al mismo lugar’, de donde se derivaron las palabras castellanas convenio, conveniente, convención y convento.

Si en cambio se anteponía el prefijo in- se formaba el verbo invenire (encontrar, descubrir, inventar, obtener). El supino de invenire era inventum, que dio lugar al sustantivo masculino inventus, empleado por Plinio con el sentido de ‘invención’ o ‘hallazgo’, y que derivó en nuestro invento. Pero la denotación de ‘hallazgo’ dio lugar también al latín medieval inventorium (‘lo que se encuentra’, ‘lo que está allí), de donde proviene nuestro inventario.

En el castellano medieval se formó avenir, con el sentido de ponerse de acuerdo, avenirse, como ocurre con las parejas o con los socios ‘bien avenidos’.

Fuente: Organización Castellana.

23 octubre 2007

PALABRA DE HOY

ANFETAMINA

La anfetamina es un facilitador de la transmisión nerviosa mediante la adrenalina, potente estimulante del sistema nervioso central. En 1919, se sintetizó en Japón la metanfetamina; y en 1944, en los laboratorios de la corporación suizo-alemana Ciba-Geigy (hoy Novartis), el metilfenidato.

El uso médico experimental de las anfetaminas comenzó en los años 1920. La droga sería utilizada desde entonces por los militares de varias naciones, especialmente de la fuerza aérea, para combatir la fatiga e incrementar la alerta entre las milicias. En 1927, la propiedad de la anfetamina de elevar la presión sanguínea, contraer los vasos sanguíneos, y dilatar los pequeños sacos bronquiales, dio lugar a su comercialización, inicialmente como el inhalador Benzedrina.

Como droga, la anfetamina, más conocida popularmente como speed o anfeta, es utilizada para pasar largas noches sin dormir, apareciendo en forma de polvo, fácilmente obtenible, que es inhalado. Los efectos van desde euforia, vista borrosa y energía no habitual a sudoración, vómitos y ataques de ansiedad. Los consumidores pueden pasar varios días consecutivos sin dormir, con el consecuente cansancio psíquico que lleva a veces a crisis de paranoia y ansiedad. La anfetamina produce un síndrome denominado ‘psicosis anfetamínica’, parecido a la psicosis cocaínica o a la esquizofrenia paranoide.

La palabra proviene del inglés amphetamine, un acrónimo formado a partir de su denominación química a(lpha) m (ethylbeta) -ph(enil) -et(hyl) -amina.

Fuente: Organización Castellana.

20 octubre 2007

PALABRA DE HOY

CARÓTIDA

Las carótidas son cada una de las dos arterias derecha e izquierda, que pasan por el cuello e irrigan tanto el cuello como la cabeza. En su inicio, se llaman arterias carótidas primitivas, y después se bifurcan a ambos lados en arteria carótida externa y arteria carótida interna.

Por el hecho de irrigar el cerebro, si se reduce la circulación de estos vasos la persona puede, como mínimo, perder el sentido o quedar en estado de estupor.

En griego, este estado era llamado karos, de donde se derivó en esa lengua el verbo karoun (adormecer) y se derivó el sustantivo karotides, que llegó hasta nosotros para denominar esas arterias. Los diccionarios españoles registran la poco conocida palabra carosis que significa ‘adormecimiento´, también derivada del vocablo griego.

El dramaturgo español Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764) pensaba que no eran arterias sino glándulas, como se desprende de este trecho de su monumental obra Teatro crítico universal (1726-40):

Sabido esto por el Cirujano, que refirió el suceso, y dudando que aquel hombre estuviese perfectamente curado, quiso registrarle. Había pasado ya bastante tiempo. En efecto vio bien cicatrizada la llaga; pero al mismo tiempo halló, que el hombre se quejaba de un tumor en la glándula carótida izquierda.

Sin embargo, la historia de este término puede rastrearse hasta una época muy anterior a los griegos. En efecto, éstos la tomaron de la raíz ker- que empleaban los pueblos prehistóricos indoeuropeos, que migraron hacia Europa y Asia 1500 años antes de Cristo, para referirse al mareo, adormecimiento o estupor.

Fuente: Organización Castellana.

PALABRA DE HOY

REMUNERAR

Palabra usada desde muy antiguo en nuestra lengua con el sentido de ‘retribuir’ o de ‘premiar’. Aparece en castellano por lo menos desde el siglo XVI, como en este trecho del Libro de los siete sabios de Roma (1530):

(...) muchas veces con vos la mar e nunca me avéis hecho merced alguna, e por ende si en lugar de [ remuneración ] yo recabaré con vuestra señoría que me deis vuestro hijo en cinco años, si tuviere ingenio yo le enseñaré quanto yo e mis compañeros (...).

El origen más remoto de este vocablo lo encontramos en la raíz indoeuropea mei-, que dio lugar al latín munus, muneris (cargo, oficio, obligación), de donde surgió, el verbo munero, -are (regalar, gratificar) y, de éste, remunero, -are (remunerar, pagar y también, ser remunerado).

Munus dio lugar asimismo a otras palabras latinas que pervivieron en castellano y en otras lenguas romances, como municipius (municipio), munificentia (munificencia) e inmunis (inmune, libre de toda obligación y, más tarde, a salvo de ciertas enfermedades).

Fuente: Organización Castellana.

17 octubre 2007

PALABRA DE HOY

ESTUPENDO

El verbo latino stupeo, stupere significaba ‘estar (o quedar) inmovilizado, paralizado, entorpecido o congelado’. Stupuerunt flumina bruma decía el poeta épico Valerius Flaccus para significar ‘los ríos se congelaron con el frío’.

Los autores clásicos latinos hicieron metáforas en las que el ‘entorpecimiento’ denotado por el verbo se convertía en admiración o encanto. Stupere in titulis decía Horacio, con el sentido de ‘quedarse deslumbrado con los títulos’. Ut terrae stupeant lucescere, escribió Virgilio con la denotación de ‘cómo la tierra se admira de ver lucir’.

Fue así que la denotación de ‘atontamiento’ de stupeo dejó su lugar al matiz de admiración y elogio que damos hoy a estupendo. El significado original se mantuvo, por cierto, en estúpido, procedente de latín stupidus, también oriundo del verbo stupeo.

Fuente: Organización Castellana.

15 octubre 2007

PALABRA DE HOY

AMBROSÍA

Era el manjar de los dioses del Olimpo, alimento de un sabor delicioso que causaba una sensación de extrema felicidad. A los mortales estaba prohibido comer ambrosía, pero quien lograra hacerlo se convertiría en inmortal.

La palabra, formada por el prefijo privativo am- y brotos, significaba, etimológicamente, inmortal y tras pasar al latín como ambrosia, llegó sin cambios a nuestra lengua. En 1596, el poeta Bartolomé Leonardo de Argensola escribía:

(...) que sin reparo a Tántalo atormentacon tanto exceso y pena congojosa, porque dio a su mortal turba sedienta néctar con que inmortal vida consiga y [ ambrosía ] que hurtó al cielo preciosa.

Sin embargo, tal vez en nuestro lenguaje habitual del siglo XXI, más prosaico o tal vez menos ambicioso, ambrosía es cualquier manjar agradable, de gusto suave y delicado.

Fuente:Organización Castellana.

09 octubre 2007

PALABRA DE HOY

MASTÍN

Antigua raza de perros ovejeros, caracterizados por su gran tamaño y carácter manso. Su nombre se remonta al latín y alude precisamente a la mansedumbre de este animal: mansuetinos (domesticado), formada partir de mansuetus (domado, manso), que a su vez provenía de manus (mano) y suetus (acostumbrado). A partir de mansuetinos se formó en francés antiguo mastin, (actualmente, mâtin). En el francés actual se usa también con frecuencia la voz inglesa mastiff.

Fuente: Organización Castellana.

08 octubre 2007

PALABRA DE HOY

MAZURCA

Es el nombre de una música y danza polaca, propia de la provincia de Mazovia (Mazowsze). El nombre en polaco mazurek fue tomado del gentilicio de esa provincia mazur. La palabra pasó al ruso como mazurka, y se tornó conocida en el resto del mundo bajo esta última forma, al punto que las piezas de este género del compositor polaco Fryderyk Franciszek Chopin –que era oriundo de Mazovia– se popularizaron en Europa occidental bajo el nombre ruso. La palabra aparece por primera vez en el Diccionario de la Academia en la edición de 1884 bajo la forma mazurka, y sólo a partir de 1899 se adoptó la grafía actual, mazurca.

Fuente: Organización Castellana.

05 octubre 2007

PALABRA DE HOY

MONEGASCO

Es el gentilicio del principado de Mónaco, conocido por su casino de refinada elegancia, tan distante de la opulenta fanfarria de Las Vegas, y también por el romance protagonizado a mediados siglo xx por el príncipe Rainiero y la actriz norteamericana Grace Kelly, quien se convirtió en princesa Grace de Mónaco.

En la actualidad está gobernado por el príncipe Alberto II, hijo de Rainiero y la princesa Grace, y por el ministro de Estado Jean-Paul Proust.

El nombre es mucho más antiguo que el propio principado: le fue dado hace veintisiete siglos por el historiador griego Hecateo de Mileto, quien llamó aquel lugar Monoikos, del griego monos (sólo, único) y oikos (casa).

Era el apodo de Hércules, en cuyo homenaje se levantó un templo en ese lugar. Monoikos adoptó en latín la forma monoecus, que, tal vez por su semejanza con monachus (monje), y finalmente se convirtió en Mónaco.

En el dialecto ligur, los habitantes de Monoikos fueron llamados munegunoecus, de donde se derivaron el vocablo francés monegasque, registrado en 1721 con el significado de 'hablar de Mónaco' y más tarde, como gentilicio. A partir de ese vocablo francés, se formaron el italiano, español y portugués monegasco.

Fuente: Organización Castellana.

04 octubre 2007

PALABRA DE HOY

ABORIGEN

Esta palabra es empleada más frecuentemente para referirse a los indígenas americanos o a las poblaciones originarias de Australia. Proviene del latín aborigines formada por el prefijo ab y origo (origen). Plinio y Justiniano la empleaban para referirse a los primitivos pobladores de Italia.

En la Antigüedad se propusieron otras etimologías, que hoy se desechan: el historiador Aurelio Víctor afirmaba que aborigines estaría formada por las palabras griegas apo y ore (los que vinieron de los montes) y el gramático latino Festo aseguraba que provenía de ab y errare (pueblos errantes o nómadas).

Fuete: Organización Castellana.

01 octubre 2007

PALABRA DE HOY

PARÁSITO

En la actualidad, parásito es todo organismo vivo que se alimenta de otro sin contribuir a la supervivencia de éste.

En la antigua Grecia, los parásitos eran los altos funcionarios encargados de verificar la cosecha de trigo y la preparación del pan, así como los banquetes en homenaje a los dioses. Más tarde se extendió a toda clase de huésped y a los invitados a fiestas o banquetes, por su sentido etimológico de ‘comensal’. En efecto, la palabra griega estaba compuesta por el prefijo para- (al lado de) y sitos (trigo, pan, comida).

Muchos opinan que ambos signfiificados -el antiguo griego y el actual- se condensan en la burocracia moderna.

Fuente: Organización Castellana.